Desde mi experiencia he de decir, y más después de haber escuchado a mis compañeros, que he tenido la gran suerte de tener a cada uno de mis profesores a lo largo de mi vida como estudiante de primaria, secundaria y en Grado Superior.
Empezaré con Ana, mi profesora de parbulito, una mujer excelente siempre pendiente de todos, hablando con las madres, si alguno de mis amigos lloraba ella se ocupaba de que dejara de hacerlo aunque esto le llevara media hora de retraso, lo sentaba en su mesa y trataba de explicarle que su madre volvería dentro de unas horas que mientras estaría con sus amigos coloreando y aprendiendo y así acababa todo.
En primaria tuve unas maravillosas profesoras, empezando con Rosario, que grande, unas clases extraordinarias, divertidas y sobretodo educativas, con ella todos aprendimos a escribir, tal era mi admiración que era el que menos falta cometía en eso que se convirtió en una competición, los dictados. Lo mejor era, cuando venía con antiguos juguetes de sus hijos que ya no utiliziban y que rifaba entre nosotros, gané alguno que otro y eso a todos nos hacia feliz, no habia día que no nos alegrara. Más adelante empezamos a tener varios profesores, Eva de música, simpática, guapa, la profesora que todo niño quisiera tener, todos esperábamos impacientes para verla. Tuve dos profesoras que también marcaron mucho mi paso por primaria como fueron, Maite y Presentación. Eran las más "temidas" por todos, pero yo era un poco gamberro y no les tenía tal miedo, a pesar de mi mal comportamiento y mi falta de atención siempre estaban pendiente de que mi educación y la de todos fuera muy buena, y con ellas aprendí mucho sobre matemáticas, lenguaje, conocimiento del medio, plástica, etc... Con el tiempo le agradezco a todas lo que hicieron por mi y por todos, porque nunca nos faltaron y nos entendían tanto o más que nuestras madres. Luego también estaba ese gran hombre Paco, el profesor de educación fisica al que todo el mundo respetaba por su gran dedicación y por ser tan buena persona y profesor, todos pero todos haciamos deportes todo el mundo corría, jugaba a lo que tuviese que jugar, impresionante. Y a parte estaban todos los demás que no me daban clases pero que nos ayudaban de igual manera y que les impartían clases a los otros grupos, Carmen, Conchita, Reposo, Miguel, Doña Felisa, Don Heladio e Inma (una pena cuando se fue a Antequera en 3º), etc.
En secundaria, todo un grupo de profesores que no se puede pedir más, solo tengo buenas palabras para ellos, era un desecho social pero gracias a profesores como los que tuve aprendí mucho a paser de todas travesuras y no solo teoría sino sobre la vida, siempre dando lecciones y consejos de los que he aprendido tanto como yo como mis amigos.
Están, Domingo, Mari Angeles, Marisol, Rosalia, Manuel Colorado, Cristina, Tamara, Mercedes, Pujol, Nacho, Alejandro, Alejo, Melinda, Ignacio, Antonio Gómez, Lola Gastón, Isabel, Ana Luisa, Margarita, Manuela, Domingo, Manuel, Rocio, Kanka, Mohammed, Pedro y Cristina.
Todas y cada una de estas personas han hecho que tenga una buena educación y que sea la persona que soy por todos los valores que siempre han transmitido y por su gran pasión por enseñar a pesar de todos los problemas que han podido tener con padres, alumnos, etc que en un pueblo no son fáciles de asimilar. A eso se le llama vocación y es lo de carece el sistema educativo en su mayoría.
En el Grado Superior he tenido otros grandes profesionales de la educación como profesores, en Córdoba, Nieves, Asunción, Luis, Jose y Ana y en Sevilla a los grandes Lucas, Eduardo e Israel.
Por todo lo que me han aportado estas personas en mi vida considero que el uso de ordenadores y demás tecnologías de este tiempo y del que nos espera no se deberían utilizar para impartir clases porque generan que se pierdan los valores que son realmente importantes.
El uso de las tecnologías en clases de primaria y secundaria son adecuadas desde el punto de vista de que son los instrumentos con los que se desarrollan las vidas de las personas hoy en día y deben conocer su uso y su racionalización a la hora de usarlas.
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